PATENTES Y MODELOS DE UTILIDAD

La patente europea es una patente válida en todos los Estados europeos que se han adherido al Convenio sobre la Patente Europea, que incluye los Estados de la Unión Europea, así como a algunos Estados que no forman parte de la UE. En cualquier caso, la patente europea no es un derecho unitario, sino un conjunto de registros nacionales de patentes.

El procedimiento europeo de patentes implica una única solicitud, escrita en un idioma de elección entre inglés, francés y alemán, y permite obtener una patente en los Estados miembros de la Organización Europea de Patentes designadas por el solicitante a la solicitud en el momento de la presentación.

El procedimiento se divide en dos fases: la presentación de la solicitud, que incluye el examen formal y la búsqueda de la anterioridad, tras la publicación de la solicitud y el informe de búsqueda se realizará un examen del fondo de la solicitud, que termina con la posible concesión de la patente.

Una vez concedida la patente, el solicitante puede iniciar los procedimientos de validación en todos los Estados designados. Si el idioma en el que se presentó la patente no es la lengua oficial del Estado designado, se deberá presentar una traducción en el plazo de tres meses a partir de la concesión de la patente europea. Una vez concedida, la patente nacional seguirá siendo válida hasta que expire si se pagan tasas anuales de mantenimiento en sus respectivos estados.

Solo existen dos tipos de procedimientos centralizados tras la concesión de la patente europea, el procedimiento de oposición (que permite a terceros presentar una objeción contra el registro de la patente europea, en un plazo de nueve meses a partir de la fecha de concesión) y procedimientos de limitación y revocación.